La wakizashi es esencial en el equipamiento básico del guerrero samurai. Habitualmente clasificada como espada corta, forma parte de la pareja de espadas que se completa con la espada larga. Mide entre 30 y 60 centímetros, y es el único arma de la que nunca se separaba el samurai.
En la era Edo esta pareja de espadas era considerada el símbolo de la clase samurai, aportaba prestigio. Se transportaban introducidas entre el hakama y el obi en el lado izquierdo; de hecho, los kanji de wakizashi (脇差) significan insertar en el lateral
Esta indumentaria empezó a utilizarse en el siglo XIV, cuando reemplazó a la tachi, de mayor tamaño. Este cambio de costumbres obedece a la restricción impuesta, por el gobierno del shogunato, de llevar espadas de cierto tamaño en los lugares reservados a la aristocracia. En encuentros de este estilo, la espada larga debía de dejarse en la entrada, mientras que la espada corta se permitía llevar siempre.
La wakizashi había sido utilizada de manera muy intensiva en las grandes batallas de las épocas previas, pero en la paz que trajo la era Edo dejó de ser tanto un ítem de batalla, para convertirse en un arma para la defensa propia. Esto significa que la espada corta, en sí misma, también era utilizada por ciudadanos que no perteneciesen a la clase samurai, para defenderse en duelos callejeros o en disputas entre bandas.